Privación y materia prima

La privación

De los principios del cambio y la generación, la forma es su fin y no está por tanto en el sujeto que se genera, pero la privación y la materia, entre los cuales solo hay distinción de razón y no distinción real, sí están en él. El mármol carece todavía de la figura que habrá de darle el escultor y en ese sentido es informe, pero en otro no lo es, pues es mármol ya y de ahí le viene el ser llamado con ese nombre. La privación coincide en realidad con la materia y no es principio en sí, pero es un accidente que no puede dejar de darse, porque solo lo que todavía no es una estatua lo será después.

Así es como lo que viene al ser viene del no ser, por venir de la privación. Esta es nada por sí misma. Pero no es una nada total o absoluta. En el que no ve hay nada de visión. Sin embargo, no es lo mismo decir que una piedra no ve y que no ve un hombre que ha perdido la vista, pues a una no le corresponde ver y al otro sí. Lo que viene al ser se genera más bien de lo que es como esto segundo, pues de lo que es como lo primero es imposible. El ser viene de un no ser que está dispuesto a ser, es decir, viene de la privación. Por eso recibe el nombre de principio de la generación y del cambio, aunque se diferencia de los demás principios, de la materia y la forma, en que éstas lo son estando presentes en el ser y en el hacerse y son seres, en tanto que la privación es no ser. ¿Cómo si no podría haber esfera de bronce faltando el bronce y la esfera? La privación, en cambio, es principio solo en el hacerse, porque mientras uno se hace alfarero es preciso que no haya alfarería en él, sino ausencia de ella. Si la hubiese no se haría, porque entonces alguien sería alfarero y a la vez no lo sería, lo cual es imposible.

Por todo esto la privación no es esencial en la cosa, en tanto que la materia y la forma sí lo son. La privación es accidental, que es cuanto se quería mostrar en esta ficha.

La materia prima

Es en la materia donde se da la privación. También se da la pérdida de la misma una vez que se adquiere la forma. La materia es el soporte de ambas y se distingue de ellas como abstracción mental, pero en la realidad no hay distinción. Es en el bronce donde se da primero el no ser redondo y luego el serlo.

Unas veces se entiende la materia con respecto a la privación y otras no. Al nombrar el árbol no se piensa en su utilidad para hacer un mueble, pero sí al nombrar la madera que el carpintero tiene en su taller y procede del árbol. En uno no parece estar implicada la privación y en la otra sí. De aquí se sigue que, dado que es la materia la que permanece y no la privación, en el primer caso se trata de materia estable, si se permite llamarla así, y en el otro de inestable. La privación, sin embargo, no permanece en la materia sino cuando ésta es aún informe.

La madera es materia con respecto al mueble, pero está compuesta de materia y forma. Por eso no es materia prima, porque tiene alguna forma. Materia prima es aquella que carece no solo de forma, sino también de privación de la misma. Puesto que en un caso así no hay materia antes de ella, como sí la hay en la esfera de bronce, en el mueble y en la estatua, es la primera de todas.

Ahora bien, la materia prima no puede pensarse ni conocerse, porque todo pensamiento y todo conocimiento lo son de la forma. Si es posible conocerla y pensarla en algún sentido no es por sí, sino por el compuesto en que entra junto con la privación y la forma.

A veces se da el nombre de materia prima a lo que en rigor no lo es. Así sucede en los mercados de valores, donde las materias primas, llamadas commodities en inglés, son cosas como el trigo, la cebada, el petróleo, el gas, etc. No es que sea incorrecto llamarlas así, pues son primeras con respecto a la producción de alimentos para los humanos y los animales, de energía, etc., pues son materias primas en sentido relativo, si bien no lo son en sentido absoluto, pues hay alguna materia anterior de la que proceden y están por eso compuestas de materia y forma.

Todo cambio y toda generación son de algo a algo. De algo, es decir, de la materia, como del grano de trigo se hace la espiga. A algo, es decir, a la forma, como la espiga a que llega el grano de trigo. Pero la materia y la forma no cambian, porque para ello tendría que haber materia de la materia y materia de la materia de la materia, etc., y tendría que haber también forma de la forma, etc., lo que es un regressum ad infinitum y en una situación así nada cambiaría ni se engendraría.

Se dice además que la materia es una sola, pero hay que ver antes en qué sentido se dice. Si es en el mismo en que se afirma que Platón es uno, o sea, que es un individuo (indivisible en sí y distinto de cualquier otra cosa) entonces se comete error, debido a que no tiene forma y no puede distinguirse de ninguna otra cosa. Si se dice en este último sentido, presentándola como indistinta, o sea, como algo que carece de todo cuanto pueda hacerle diferir de cualquier otro ser, entonces es correcto.

Es preciso anotar, por último, que, aunque en la mera idea de materia prima no se halla la idea de forma ni la de privación, en la realidad nunca se halla sin ellas, sino que unas veces presenta una forma y otras otra y lo mismo sucede con la privación. La materia prima no puede ser por sí porque al faltarle la forma no es posible que exista en acto. En otras palabras: la materia prima es solo potencia.

V. Aquino, T. de, Principios de la naturaleza


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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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