Pueblo santo democrático

El problema de la educación de los electores en un sistema democrático es un problema grave. Una vez que la educación religiosa del pueblo ha entrado en decadencia, una vez que también ha decaído peligrosamente la moralidad de amplios sectores de la población y el nihilismo ha ocupado la conciencia de tanta gente, ahora que los mejores han abandonado la res publica, hay que preguntarse si es posible llenar el vacío de principios morales dejado sobre la educación, que, recuérdese, para los gobernados era religiosa y para los gobernantes liberal, es decir, extraída de las materias liberales.

En este punto se ha dado un viraje de 180 grados. Después del entreacto ilustrado, durante el cual se creyó que la educación de los mejores podía trasladarse a los peores por medio de instituciones educativas encargadas de transmitirla de arriba abajo -etapa del despotismo ilustrado-, se pasó a pensar que los no educados tenían sobre los educados la ventaja de la naturaleza, que se muestra a ellos sin las sofisticaciones y engaños de los libros. De pensar que el pueblo debe ser virtuoso para sostener la democracia se pasó a pensar que ya lo es y que la democracia es el único medio político en que puede moverse, como el pez en el agua. El pueblo es desde entonces sumamente bueno, recto e inteligente, incapaz de equivocarse, etc. El ens summus realis.

Pero ésta es una idea que no puede defenderse. Se trata de un mal sucedáneo de Dios, que en la teología política del Antiguo Régimen se decía que daba directamente el poder al rey. Ahora se piensa que es el pueblo el que lo da. De ahí le viene el enorme prestigio que se le atribuye. Se trata de una convicción errónea heredada de Rousseau.

Podrá parecer una idea angelical, pero es realmente siniestra, pues está en el origen del terror jacobino, los tribunales populares y otras barbaridades a que ha asistido Europa en los últimos doscientos años.

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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