-
Archivo
- agosto 2025
- julio 2025
- junio 2025
- mayo 2025
- abril 2025
- marzo 2025
- febrero 2025
- noviembre 2024
- agosto 2024
- junio 2024
- mayo 2024
- abril 2024
- febrero 2024
- agosto 2023
- julio 2023
- junio 2023
- mayo 2023
- abril 2023
- marzo 2023
- febrero 2023
- enero 2023
- diciembre 2022
- noviembre 2022
- octubre 2022
- septiembre 2022
- agosto 2022
- julio 2022
- junio 2022
- mayo 2022
- abril 2022
- marzo 2022
- febrero 2022
- enero 2022
- diciembre 2021
- noviembre 2021
- octubre 2021
- septiembre 2021
- agosto 2021
- julio 2021
- junio 2021
- mayo 2021
- abril 2021
- marzo 2021
- enero 2021
- diciembre 2020
- noviembre 2020
- octubre 2020
- septiembre 2020
- julio 2019
- junio 2019
- mayo 2019
- marzo 2019
- febrero 2019
- diciembre 2018
- noviembre 2018
- octubre 2017
- septiembre 2017
- agosto 2017
- mayo 2017
- abril 2017
- marzo 2017
- febrero 2017
- febrero 2016
- diciembre 2015
- noviembre 2015
- septiembre 2015
- junio 2015
- enero 2015
- diciembre 2014
- noviembre 2014
- septiembre 2014
- agosto 2014
- julio 2014
- junio 2014
- mayo 2014
- abril 2014
- marzo 2014
- diciembre 2013
- julio 2013
- junio 2013
- mayo 2013
- marzo 2013
- enero 2013
- diciembre 2012
- noviembre 2012
- octubre 2012
- septiembre 2012
- agosto 2012
- julio 2012
- junio 2012
- mayo 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012
- enero 2012
- diciembre 2011
- noviembre 2011
- octubre 2011
- septiembre 2011
- agosto 2011
- julio 2011
-
Meta
Archivo mensual: septiembre 2011
Educación de los mejores
Lo peculiar de nuestro tiempo es la interacción entre los gustos de la masa y una gran eficiencia lograda por las técnicas para satisfacerlos. El gentío es el amo. Quiere esto, lo otro, lo de más allá… viajes, alimentos bien sabrosos, ropa de marca, vacaciones, sexo, alcohol… Quiere todo, aunque en el fondo quiere todo eso porque no sabe querer. Un filón para el mercado en todo caso. Para la producción de cosas, la cual, ayudada por la tecnología del presente es capaz de producir mucho más de lo que el gentío pide.
Ocurre, sin embargo, que las técnicas, dotadas del máximo prestigio a los ojos del gentío carecen en cuanto tales de principios morales o estéticos. ¿Cómo no? A un físico se le puede encomendar el diseño de una central nuclear, a un genetista el de un clon humano. Saben hacerlo. Otra cosa es que deban hacerlo. Eso no pertenece a su especialidad. No es que estos personajes sean inmorales, no. Es que los principios que podrían regir la vida de las masas no son tales principios. Son valores, como los de la bolsa. Suben y bajan de cotización. Es decir, son convencionales y pueden ser más amados por unos que por otros. Incluso pueden ser seguidos un día sí y otro no. En estas condiciones la educación moral se sustituye por el condicionamiento… para seguir comprando. Lástima que la crisis amenace este sistema tan bien ensamblado mientras había dinero en abundancia, dinero que incrementaba la oferta y aumentaba la demanda en una espiral que parecía no tener fin.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en Educación de los mejores
Democracia directa, democracia representativa
Democracia directa
Dado que en la democracia ateniense el voto de cada ciudadano tenía el mismo valor que el de cualquier otro, la igualdad era, junto a la libertad, un rasgo característico del sistema. Un hombre de aquella época sabía bien que lo que definía su organización política era la isonomía, la igualdad ante la ley, y la isegoría, la igualdad de derechos para expresar públicamente la opinión propia. Los atenienses creían profundamente en el imperio de la ley, pese a la frecuente acusación de que a veces fueron objeto por sus enemigos, a saber, que se saltaban sus propias leyes mediante psephísmata, decretos aprobados según las circunstancias para fines particulares. También sabía que otro rasgo que definía su democracia era que todo individuo que hubiera ejercido cualquier poder estaba sometido a la euthyna, esto es, a la investigación de sus actuaciones y a la rendición de cuentas. La euthyna era aplicada a todos los funcionarios al final de su mandato, que normalmente duraba un año.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Grecia, Política
Comentarios desactivados en Democracia directa, democracia representativa
Regímenes políticos de Atenas
El arcontado
Un recorrido por los regímenes políticos de Atenas es sumamente instructivo para comprender algo de la esencia de lo político. Se comienza por el arcontado.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Grecia, Política
Comentarios desactivados en Regímenes políticos de Atenas
El códice de Samarcanda
– ¿Para qué sirve un zapato? –preguntó una vez Sócrates a un zapatero.
– Para calzarse, ¿para qué si no? -respondió el otro como si hablara con un idiota.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Moral
Comentarios desactivados en El códice de Samarcanda
La cultura contra Esperanza Aguirre
Se llaman a sí mismos profesionales de la cultura y firman un manifiesto en defensa de los profesores y en contra de Esperanza Aguirre. A los profesores habría que decirles que con estos amigos no necesitan enemigos y a Esperanza Aguirre que corrija sus errores y no ceje en su empeño contra estos señores de la ceja, no contra las buenas tareas que puede desempeñar un profesorado digno.
Son especialistas en sembrar sombras. Solo que sus sombras son muy poco densas y hasta un cegato intelectual es capaz de ver a través de ellas. El “periódico independiente de la mañana” dice que es un manifiesto de intelectuales. Ellos sin embargo no se llaman así, sino “profesionales de la cultura”. La tarea de examinar otra vez ambas denominaciones es ya monótona, pero no hay más remedio que hacerlo de nuevo.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en La cultura contra Esperanza Aguirre
esRadio
En el fondo de las conciencias hay una pantalla sobre la que proyectan sus apariencias de realidad los actuales titiriteros. Estos fabrican sombras chinescas que los chiquillos toman como auténticas entidades en un espectáculo cuya única finalidad es disfrazar u ocultar la realidad. El que quiera saber algo de las cosas no tiene más remedio que darse cuenta en primer lugar de este juego y, en segundo, entrar en la trastienda donde tendrá que distinguir qué cosas tienen bulto material y qué otras son sombras y nada más.
Lo que está pasando estos días con los profesores es un ejemplo de ese juego que se libra a tres bandas, la de los propios profesores, la de quienes dicen apoyarles y la de quienes quieren que se sometan al dictamen de la Junta madrileña.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en esRadio
Profesor de secundaria
Día primero
El profesor ha tenido que hacer guardia nada más empezar la jornada. Era un grupo de segundo de ESO (Educación Secundaria Obligatoria para quienes no estén al tanto de esta nomenclatura). Ha sido un comienzo duro, pero podía haber ido peor. Su método suele funcionar. No tendrá nada de pedagógico, pero es eficaz, que es lo que importa. Consiste en mostrarse como un energúmeno. El griterío era ensordecedor cuando entró en la clase, pero estas bestezuelas se aquietan ante un profesor que tenga físico imponente, voz grave y cara de mala leche. En cada aula puede haber cuatro o cinco de estos incorregibles, pero son los dueños del corral. Los demás, veintitantos o treinta y tantos, no se atreven a otra cosa que a secundarles.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en Profesor de secundaria
Igualdad
Lo peculiar de nuestro tiempo es la interacción entre los gustos de la masa y una gran eficiencia lograda por las técnicas para satisfacerlos. Pero las técnicas, las únicas que gozan de prestigio ante la masa, en cuanto tales carecen de principios. A un físico o un ingeniero se le puede encomendar el diseño de una central nuclear, a un genetista el de un clon humano, y seguramente sabrán hacerlo. Pero la decisión sobre si se debe o no hacer tales cosas no pertenece a su especialidad. Las técnicas no poseen principios morales. No quiere esto decir que sean inmorales. El problema se complica porque en el presente los principios no son principios, sino valores, y por tanto son convencionales y pueden por eso subir y bajar, como los valores de la bolsa, de donde parecen haber cogido el nombre. En estas condiciones la educación moral se sustituye por el condicionamiento.
Así las cosas, no puede esperarse que la buena educación sea universal. Nada impide, empero, que uno decida cultivar su propio jardín, como Epicuro, y buscar para sí mismo al menos la excelencia. Esto creo que sigue siendo una obligación para una minoría, una vez que la mayoría no intenta siquiera saber que existe este camino. Tampoco puede esperarse que éstos –los mejores- accedan a la dirección de las masas. Ni siquiera es bueno desearlo. A ese grupo reducido de los mejor educados pertenecieron Marx y Nietzsche, el padre del comunismo y el abuelo del nazismo respectivamente. La buena educación no debe separarse de la prudencia si no se quiere correr el riesgo de repetir los terremotos que sacudieron el siglo XX. No se debe despreciar la política ni esperar imposibles de ella, como pretender introducir en su interior directrices visionarias y utópicas, lo que no sería propio del hombre prudente y bien educado.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en Igualdad
Leyes de enseñanza
Las leyes y los profesores son los medios indispensables para alcanzar los fines que se propone la enseñanza reglada por el Estado. Aquellas deberían establecer cómo se alcanzan dichos fines, y éstos deberían ejecutar lo que aquellas dictaran. Pero en la dialéctica habida ambas partes se sitúa la causa de lo que ha empeorado nuestro presente.
La leyes españolas de instrucción, que después fueron de enseñanza y más tarde aún de educación, lo que da idea del sesgo ideológico que iban cobrando, empiezan a gestarse hace unos doscientos años, cuando al Antiguo Régimen le suceden las naciones políticas actuales y se ponen en marcha planes de instrucción general. Puede hallarse su origen en el Informe Quintana, firmado en Cádiz el 9 de Septiembre de 1813, un informe que debe su nombre al poeta Manuel José Quintana, que participó en la comisión que lo redactó. En él se tomaban las directrices que el Marqués de Condorcet había presentado a la Asamblea Nacional Francesa en su Rapport sur l’instruction publique el año 1792. Tales directrices básicas eran:
Sigue leyendo
Publicado en Filosofías de (genitivas)
Comentarios desactivados en Leyes de enseñanza
Procul a Iove, procul a fulmine
Es casi inevitable en nuestro tiempo que los individuos que se dedican a la política vivan también de ella. Esto no quiere decir que sean más egoístas que los de otros tiempos. Es seguro que nunca ha existido un grupo humano que no haya hecho uso del poder político para beneficiar su situación económica. Que lo haya hecho de manera directa o indirecta es irrelevante.
Las camarillas de consejeros que rodeaban al rey en el Antiguo Régimen recibían a veces el nombre de partidos, pero eran algo muy distinto de lo que ahora se nombra con ese vocablo, porque eran muy reducidas y no necesitaban seguidores fuera de la corte. ¿Con qué motivo habrían de buscar Floridablanca, Aranda o Jovellanos el apoyo popular en un tiempo en que el pueblo llano no tenía ninguna posibilidad de intervenir en política? Los jefes de esas camarillas son vistos hoy por algunos como personalidades altruistas y patrióticas. Es indudable que en algunos casos así fue. Pero lo cierto es que también ellos procuraban que el agua de la economía corriera hacia su molino. Al menos procuraban la seguridad en la salvaguarda de su fortuna, ya que ésta era muchas veces suficiente como para no tener que vivir de su actividad política.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Política
Comentarios desactivados en Procul a Iove, procul a fulmine
El dilema del funcionario de partido
Un funcionario de partido dirá que sus objetivos son políticos. Un funcionario independiente que los suyos son su profesión. Los del primero se sitúan, pues, más allá de su actividad diaria. Los del segundo en su propia actividad. Pero ambos tienen que vivir de lo mismo, de la administración del Estado.
No es fácil establecer una separación rígida entre ambas actividades. El que se aprovecha del puesto que ejerce por una finalidad política podrá decir seguramente con verdad que tiene la conciencia tranquila, pues ha puesto su capacidad al servicio de algo importante, el programa de su partido, y se creerá con derecho a exigir que el “ministro del altar viva del altar”.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Política
Comentarios desactivados en El dilema del funcionario de partido
Clases de funcionarios
Los cambios que han tenido lugar en la posesión y administración del poder han transformado la actividad política en una empresa. Los que se dedican a ella deben conocer y manejar a conveniencia los métodos que conducen a la conquista del poder, métodos tales como la presentación adecuada de imágenes en televisión, la desacreditación del adversario, la utilización de fraseología apta para ser utilizada en cualquier ocasión, etc. Esa es su especialización.
Esto condujo a su vez al fraccionamiento de los funcionarios del Estado en dos clases que deberían ser diferentes pero que en muchas ocasiones se confunden. Una clase es la de los funcionarios de profesión y otra los funcionarios de partido. Estos últimos no necesitan capacitación alguna, al menos en España, donde se está dando el caso de que dicha capacitación se mide muchas veces por los cargos que ha desempeñado, como si la valía de alguien procediera del puesto y no fuera un requisito previo para desempeñarlo. En otros países no sucede así. Por otro lado, estos funcionarios no son fijos ni vitalicios y pueden ser colocados en diferentes puestos, según el criterio del jefe de filas. Pueden ser también destituidos en cualquier momento si el trabajo que desempeñan no satisface a dicho jefe.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Política
Comentarios desactivados en Clases de funcionarios
Funcionarios
Muchos periodistas y políticos que critican con demasiada facilidad a los funcionarios o bien no saben lo que dicen o bien abrigan propósitos y objetivos perversos. Para no caer en estos errores y para comprender algunas voces que dicen lo que dicen pensando en la mano que les da de comer es preciso tener en cuenta el papel del funcionario público independiente.
Los partidos políticos no son otra cosa que organizaciones para conseguir el poder. Esto es evidente. Lo que no es tan evidente para algunos -y otros tratan de ocultarlo- es que, tras ese objetivo primero hay otro no menos real: la distribución de cargos. Muchas tensiones habidas en el interior de cada partido, tensiones que son con frecuencia mayores que las habidas entre partido y partido, se deben únicamente a la lucha por los cargos y prebendas que otorga el poder. En la práctica cotidiana no es el programa ideológico lo que dirige la acción política, sino la mejor o peor posición de los individuos para copar un puesto bien remunerado. Esto es suficiente casi siempre para postergar los fines ideológicos que esgrimirá la propaganda para arrastrar al electorado, fines que habitualmente son mera fraseología.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Política
Comentarios desactivados en Funcionarios
Adoctrinamiento
Los marxistas alemanes decían, según Mises, que si el socialismo y la naturaleza humana son contrarios, entonces hay que transformar la naturaleza humana. El problema es que si se transforma ésta lo que resulta ya no es un ser humano, sino otra cosa. Un sistema burocrático cuyo referente más o menos deliberado sea el de A brave new world o 1984 consigue hacer que los hombres sean cosas mediante estimulaciones y adoctrinamientos adecuados y, cuando esto no es suficiente, mediante refuerzos negativos atroces. En un mundo así no son humanos ni los adoctrinadores ni los adoctrinados.
Los elementos básicos del sistema son una oligarquía política imbuida de ideología behaviorista, una burocracia funcionarial bien dispuesta y una masa de súbditos sin otros valores que los del alma concupiscible. Si hay acuerdo entre los dos primeros sectores y el tercero se torna objeto inerme de la manipulación de éstos, la política se transforma en economía y tecnología, dejando de ser dirección de la pólis, y la educación, ayudada por la propaganda, deviene determinación y encauzamiento de las conductas.
Sigue leyendo
Publicado en Filosofía práctica, Política
Comentarios desactivados en Adoctrinamiento