Dos sentidos de la izquierda

Para que quienes no conozcan El mito de la izquierda, de Gustavo Bueno, y por si al exponer aquí algunas fichas extraídas de él se animaran a leerlo con detenimiento, en la seguridad de que les aprovechará grandemente el tiempo que dediquen a ello, expondré en las siguientes fechas unos cuantos trazos del mismo. Es seguro que cometeré errores de interpretación, que solamente a mi persona serán atribuibles. Quienes sí conozcan el libro podrán corregirlos y yo lo aceptaré con gusto. También es bastante seguro que aparecerán algunas ideas que no proceden de él. Algún derecho me asiste a hacerlo. No diré yo como aquel biógrafo de Góngora, que, luego de haber inventado algún que otro hecho acaecido a este literato, arguyó que después de más de treinta años dedicados a la tarea de reconstruir su vida se creía con el derecho a poner algo de su propia cosecha, pero sí que, si sigo el hilo de las razones de Don Gustavo, se me perdonará que ensarte alguna mía, sobre todo si sirve para aclararlas o hacer derivaciones de ellas.

Esta primera ficha se destina a exponer los varios sentidos del concepto de izquierda y la relación existente entre ellos, si es que hay alguna. Y hay que empezar haciendo notar que el concepto se distribuye en tres subconceptos, uno de sentido espacial, otro teológico y otro antropológico.

El sentido espacial hace referencia a la relación entre la mano izquierda frente a la derecha y, por extensión, a los órganos que se sitúan a su lado, como el hemisferio cerebral izquierdo, el ojo izquierdo, etc., frente a los que están al otro. No se olvide que el organismo no es simétrico en todo, pues algunos órganos, como el hígado, el bazo, los centros del habla y otros se sitúan a un solo lado.

Lo que interesa hacer notar a propósito de la relación entre la mano izquierda y la derecha que sirve como parámetro para los puntos cardinales, para el movimiento (dextrógiro) de las agujas del reloj. Pero, por muy importante que sea esta situación, ha de notarse que no viene cargada de valoración axiológica alguna, pues no es mejor ni peor la izquierda que la derecha, pese al estigma que ha quedado sobre el nombre de la primera, que en latín era la sinistra, lo que debería haber dado el nombre de siniestra para esa mano, prefiriendo en su lugar el vascuence izquierda. Así ha de entenderlo un hombre serio, pese a que a veces se pretende que no sea de este modo, como piensan algunos que dicen aquello de “jodeos, fachas, que tenéis el corazón en la izquierda y la sangre roja”. En un caso así se hace uso del sentido espacial de la izquierda con contenido político e incluso moral, pero es obvio que es una extrapolación debida a un uso equívoco del término)

El sentido teológico no tiene la importancia que algunos han querido atribuirle. Se usan expresiones como “a la derecha de Dios Padre” y otras de semejante índole. Cuando se usa en este sentido, la derecha suele tener preeminencia sobre su opuesto, pero no siempre es así. En la teología politeísta se entendía que los pájaros de mal agüero, o augurio, volaban por el lado “siniestro”, es decir, por la izquierda. Valga, en fin, dejar constancia de que la derecha suele simbolizar el orden y el bien, la izquierda el desorden y el mal.

Quede para la siguiente ficha el sentido antropológico de la izquierda.

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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