Vientres de alquiler

Leni Riefenstahl hizo el año 1934 el mejor documental de la historia del cine, un trabajo de una fascinación perturbadora, como dijo Fernández Santos, “de nazis, para nazis, sobre nazis”, como dijo Hitler. Su título es: El triunfo de la voluntad.

Era un título nietzscheano, lo que no quiere decir que las ideas de Nietzsche, cuya inteligencia se había oscurecido 45 años antes, apuntaran a algo como el movimiento nacional-socialista. Las ideas de un filósofo pueden encontrarse tiempo después en un movimiento social o político posterior porque dicho movimiento así lo haya decidido, no porque él tuviera nada que ver. En la historia son las hijas las que engendran a las madres, dijo Hegel con razón.

Como tampoco tiene que ver el amor a los animales que profesaron los jerarcas nazis con el animalismo actual. Hitler tenía mucho cariño a varios perros, se horrorizaba con el sacrificio judío del cordero, Himmler casi se desmaya en una corrida de toros en Madrid al ver el sufrimiento del toro, etc. Tampoco puede tenerse como herencia de los nazis la tendencia actual a beber agua envasada, la utilización del formato de papel DIN A4, del tipo Arial, etc., que ellos promovieron.

El voluntarismo que exhibe Leni Riefenstahl en su insuperable obra maestra tampoco es padre del actual, excepto si el actual se llega a tenerse por hijo suyo de modo consciente o inconsciente. El voluntarismo es una tendencia antigua de la filosofía, que llegó a su cenit en la obra de Schopenhauer y Nietzsche y que parece estar pasando de la filosofía a la realidad en nuestro tiempo.

Yo encuentro que donde mejor se muestra este paso es alguna técnica de reproducción asistida que recibe diversos nombres, según sea la intención valorativa con que se le quiera llamar. Unos la llaman “maternidad subrogada”, otros “vientre de alquiler”, otros aún “gestación subrogada”, etc. No parece que haya una denominación adecuada. “Vientre de alquiler”, utilizada por los detractores de esa tecnología, tal vez sea la menos indicada, pues si algo se alquila no es un órgano de una mujer, su vientre, como si una mujer fuera un hotel que alquila habitaciones por separado, sino a la mujer entera, como no se contratan las manos del guitarrista para una fiesta, sino al guitarrista entero, a su persona.

Sea como fuere, el hecho es fácil de entender. Lo que siempre ha sido un principio jurídico para la protección del recién nacido, sustanciado en la afirmación mater semper certa est (la madre siempre es segura), por el que se ha venido atribuyendo a la que ha parido el deber de cuidarlo, ahora se niega y en su lugar se pone la voluntad procreativa de quien no puede o no quiere gestarlo, de manera que el derecho del niño a ser cuidado se convierte en el derecho de alguien a tener un niño. Éste, de ser sujeto de un derecho, pasa a ser objeto del derecho de otro.

De aceptar que es madre la que ha parido, de modo que ella tiene que proteger al nacido, se pasa a aceptar que alguien ponga por delante y por encima su voluntad de procrear, que debe ser respetada y atendida. Este es un ejemplo extraordinario de triunfo de la voluntad, algo que sucede por causa de una tecnología que no reconoce barreras biológicas.

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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5 respuestas a Vientres de alquiler

  1. RDC dijo:

    EL pensamiento de Nietzsche no es voluntarista. El cristianismo sí fue voluntarista (toda la historia, y el mundo fisico al completo, es fruto del a voluntad de Dios).

    Sobre lo de la gestacón subrogada. Bueno, ¿acaso no es una forma de adopción a la carta?

  2. Emiliano Fernández dijo:

    Esta vez parece que no coincidimos en nuestras ideas.
    El mundo es efecto de Dios en el cristianismo, pero su voluntad no se sobrepone a su entendimiento, excepto en la filosofía de autores como Occam, un voluntarista.
    Y que la gestación subrogada sea una forma de adopción me parece excesivo. El parecido es muy remoto.
    Un saludo.

  3. RDC dijo:

    Esto de Dios, como ente superior creador de todas las cosas según su voluntad es harto trillado. Pongo un simple ejemplo tomando a Newton, que era un cristiano de lo más íntegro y devoto que he leído (por ejemplo, no tuvo jamás relaciones sexuales por considerarlas impuras). El inglés defendía que la fuerza de la gravedad es una manifestación de la voluntad de Dios sobre le mundo material (ver aquí: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-36282005000100007 ).

    Kant, igual. De hecho, se considera la voluntad, así en abstracto, como la razón de ser de una ley o un orden concreto.

    Cuando el cristianismo (ya sé que el cristianismo es un movimiento muy complejo con muchas variantes y un montón de discusiones internas, de movimientos considerados apócrifos), dice: «los caminos de dios son inescrutables», ¿acaso no presupone que todo sigue de forma oculta y misteriosa, para nosotros, los designios -voluntad- de Dios?

    De hecho, Nietzsche se levantó contra este voluntarismo Divino sobre la realidad; basta con leer el capítulo titulado «Antes de la salida del Sol», del libro 3º del Así habló Zarathustra.

    En todo caso, la voluntad de poder de Nietzsche es otra cosa; es todo cuanto existe y puede existir. Si Descartes decía que sus pensamientos (todo cuanto percibe, desea, sueña, juzga, imagina, siente, analiza, intuye, etc) son causados por él mismo, como sustancia metafísica pensante, Nietzsche, cuando niega al Yo, al mundo exterior y a Dios (las 3 substancias metafísicas como supuestas causas del mundo fenoménico, aparente, ilusorio o realmente vivido) dice:

    lo único «real» que tenemos entre manos es este pensar, pero suponer que este pensar es causado por una consicenica trascendental ya es un pensar más, y por tanto, tranquilamente puede ser ficticio. Entonces, si ya no necesitamos la hipótesis de la existencia de un sujeto como causa del pensamiento, tampoco podemos llamar pensmaiento a este torbellino de afectos que son, precisamente, lo real. ¿cómo llamarlo entonces? Voluntad de poder, en la medida que estos afectos se influyen unos a otros, se transforman y alimentan mutuamente: unos quieren dominar a otros, etc… Y este devenir de afectos en conflicto constante es el único mundo real y existente, donde anda nunca realmente es nada, sino puro devenir.

    Sobre lo de la gestación subrogada… Al final, las definiciones, las clasificaciones, lso juicios de válido/invaldio las establecemos nosotros según nuestros pareceres, nuestras filias y fobias. En el fondo es más una cuestión de gustos y hacer dominar unos gustos y cristerios sobre otros que nada más.

    Es como el tema del aborto. La feministas te venden que el feto no sólo no es un ser humano, sino que le niegan la categoria de ser vivo. Con esta deshumanización, completamente arbitraria y afin, sólo a sus intereses, se ven con la potestad de aplicar el exterminio sin problemas. ¿Qué hay de cierto aquí? Sólo que les molestan los fetos y se montan una película para justificar suy exterminio, nada más.

    Dicho esto, debo confesar que este tema de la gestación subrogada y otras cosas que supongo que están por venir, me tienen un poco fuera de juego. pero sé que quienes vean en ello una oprtunidad para satisfacer sus deseos y necesidades emocionales lo defenderán, y quienes no lo atacarán.

  4. Emiliano Fernández dijo:

    Es obvio que la creación del mundo es producto de su voluntad libre. De otro modo, habría actuado de manera mecánica, obligada.
    Tengo por mejores representantes de la primacía de la voluntad de Dios en la creación del mundo a Duns Scoto y a Guillermo de Occam. Son los iniciadores, a mi juicio, del voluntarismo en teología y filosofía. Podría decirse que ya san Agustín dio a la voluntad una importancia que no dieron los filósofos griegos. Sin embargo, creo que en él no hay primacía de la voluntad sobre el intelecto en el hombre ni en Dios, pese a que puede dar pie a que sus seguidores así lo piensen.
    Kant es uno de los filósofos que ponen por delante la voluntad, la razón práctica. Sobre la teología de Newton tengo muchas reticencias. Parece que fue arriano.
    Como exponente de la teología cristiana prefiero a santo Tomás. Suyo es este texto de la «Suma contra los gentiles»:
    «Mas, si bien a la producción universal de las cosas no precede nada creado a lo cual se dé algo, precédela, no obstante, algo increado, que es el principio de la creación. Y esto puede considerarse de dos maneras: Porque la misma bondad divina precédela como fin y primer motivo para crear, según dice San Agustín: “Porque Dios es bueno, existimos”. Y, además, precédela la ciencia y la voluntad divinas como principios por los que las cosas son producidas en el ser.»
    «La ciencia y la voluntad divinas», no le mera voluntad, son la causa de la existencia del mundo.
    Sobre Nietzche hay mucho que decir. Permítame que lo deje para otra ocasión.
    Y sobre la materinidad subrogada (expresión ambigua que debería rechazarse) admito que unos defenderán una opción y otros otra, pero quien haga profesión de filósofo no debería inclinarse por ninguna. Solamente cuenta el análisis de ese hecho, según creo.

  5. RDC dijo:

    Gracias por la respuesta, interesante.

    Descartes se siente supercatolico (de hecho esperaba q la contrareforma catolica tomara su metafisica como base ) y dice lo mismo que Newton. De hecho dice que al principio Dios creo la materia bajo condiciones de suma incertidumbre y caos (creo la materia sin inteligencia) y luego le imprimio su voluntad inteligente mediante un impulso. Este impulso fue un movimiento inercial (nunca aumenta ni disminuyen en computos generales) por el cual todas las infinitas particulas del universo se empezaron a desarrollar hasta, q pasado un tiempo infinito, se realice por fin la voluntad divina al configurar un cosmos perfectamente organizado, bueno e inteligente.

    Por otro lado, sí, Nietzsche es otra historia

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