Tiempo y necesidad

Toda causa es, en cuanto causa, antes que su efecto. Ahora bien, el ser antes se puede entender desde la aparición en el ser y el tiempo o desde la sustancia y su complemento. Como toda cosa natural procede desde el hacerse algo hasta el ser algo, es decir, desde lo incompleto hasta lo completo, es antes el hacerse algo en el tiempo y en el nacimiento, pero el ser algo ya es antes en la sustancia y su complemento. Así, es antes el niño que el hombre en el tiempo, pero en la sustancia el hombre es antes. Estos sentidos los refirió Aristóteles en XVI, De animalibus.

También la materia es antes que la forma en el tiempo, pero la forma es antes en la sustancia y la perfección. Y lo mismo pasa con lo eficiente con respecto al fin, pues en el tiempo es antes lo eficiente y, dado que su acción se cumple por medio del fin, éste es antes. Luego la causa material y la eficiente son antes en el tiempo y en el aparecer en el ser, pero la formal y la final lo son en la perfección.

Con estos conceptos se entrelaza también el de necesidad. La necesidad es absoluta cuando viene de las causas que son antes en el tiempo, y éstas son la material y la eficiente. Ésta es la necesidad de la muerte, que está escrita con caracteres indelebles en la materia y no halla obstáculo alguno a su llegada. Otra es la necesidad condicional, que viene de las causas formal y final y se llama así porque, por ejemplo, que una mujer quede embarazada no es necesario, pero sí lo es si ha de nacer un hombre.

Share

Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
Esta entrada fue publicada en Ontología, Metafísica. Guarda el enlace permanente.