Archivo de la categoría: Filosofías de (genitivas)

Tratan de las actividades humanas en general

Pedro II contra los valdenses

En el siglo XIII aparecen la Inquisición y la orden de los dominicos. El primer propósito de ambas era combatir a los herejes del momento, entre los que destacaban las varias ramificaciones de los albigenses y los insabattatos. El comunismo de estos últimos decayó con las predicaciones y el ejemplo de los franciscanos y fue un problema menor. La batalla contra los otros fue mucho más ruda y duradera. Era necesario que hubiera monjes de mente clara y dispuestos a la acción, que la Orden de Predicadores fundada por Santo Domingo de Guzmán, nacido en Caleruega, de la provincia de Burgos.
Él mismo había extendido sus predicaciones con notable éxito por la Provenza y el Languedoc, que por entonces pertenecían a la corona de Aragón, lo que debió impulsarle a fundar una orden compuesta de hombres sabios y doctores que entendieran bien las doctrinas heréticas, supieran distinguirlas de las que no lo fueran y combatirlas con conocimiento.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en Pedro II contra los valdenses

Patarinos, cátaros o albigenses

En los días finales del siglo XII y durante el XIII coexistieron varias herejías de diverso linaje que no conviene confundir. Los patarinos, cátaros o albigenses procedían de una rama del casi extinto maniqueísmo, en el que había militado ocho siglos atrás uno de los más egregios padres de la Iglesia. Me refiero a san Agustín. Pero los valdenses, insabattatos o pobres de León eran de otra clase. Puede decirse que los primeros eran más dados al intelecto y los otros a la acción revolucionaria. O que los unos heredaban las tendencias teológicas de la Iglesia Oriental de los primeros siglos y los otros las inclinaciones a la acción social que caracterizaron siempre al Occidente, empezando por Prisciliano, el primer hereje mártir, reivindicado ahora por los secesionistas gallegos.
El maniqueísmo había seguido vivo en Oriente. Se cuenta que el emperador Anastasio, que rigió los destinos de Bizancio desde el 491 hasta el 518, en que murió, así como Teodora, la mujer de Justiniano, emperador desde el 527 hasta el 565, favorecieron a los maniqueos, como también hizo el emperador Nicéforo, hasta el punto de que llegaron a fundar ciudades y a levantarse en armas contra el poder imperial cuando éste comprendió que se habían hecho demasiado fuertes. Luego se refugiaron entre los musulmanes, volviendo a fines del siglo IX, en tiempos de Basilio el Macedónico.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas), Religión | Comentarios desactivados en Patarinos, cátaros o albigenses

Valdenses insabattatos

Florecieron al lado de los cátaros. Corría el siglo XII. El padre de la secta era un comerciante leonés de nombre Pedro Valdo, quien en el año 1160 debió padecer una repentina iluminación que le llevó a convertir en obligación el precepto evangélico de la probreza. Su apellido dio nombre a la secta. Sus adeptos se llamaron también Pobres de León e insabattatos. Este última denominación era una corrupción de la palabra latina sabatum, que vale por zapato. La causa de que la adoptaran era que que llevaban zapatos cortados en la parte superior como símbolo de pobreza.
[caption id="attachment_2363" align="aligncenter" width="442" caption="Estatua de Pedro Valdo en el Memorial de Lutero en Worms, erigido en 1868"][/caption]
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas), Religión | Comentarios desactivados en Valdenses insabattatos

Reinos de taifas

El capítulo XXI, de título “Fraccionamiento del califato – Guerras entre los musulmanes”, del tomo III de la Historia general de España, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, de Don Modesto Lafuente, páginas 62 y siguientes (publicado por Montaner y Simón, Editores, en Barcelona, el año 1891, v. aquí ), se abre de esta manera:
Dos términos puede tener un imperio que se descompone y desquicia combatido por las ambiciones, destrozado por las discordias, devorado por la anarquía, y corroído y gangrenado por la desmoralización y por la relajación de todos los vínculos sociales. Este imperio, ó es absorbido por otro que se aprovecha de su desorden, de su debilidad y flaqueza, ó se fracciona y divide en tantas porciones y Estados cuantos son los caudillos que se consideran bastante fuertes para hacerse señores independientes de un territorio y defenderle de los ataques de sus vecinos.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en Reinos de taifas

Juan de la Cierva

Juan de la Cierva y Codorníu, un ingeniero español más reconocido fuera que dentro de nuestra patria, como es usual, nació en Murcia en 1895 y murió en Inglaterra en 1936. Inventó el autogiro, antecesor del actual helicóptero.

Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en Juan de la Cierva

El deseo de no morir

La negación de la muerte se halla en la mayoría de las formas culturales. Las etapas más antiguas de la civilización humana y del pensamiento mítico protestan contra ella con un deseo apasionado de inmortalidad. Todo hombre encuentra en sí mismo el ímpetu por romper la cadena de una existencia efímera.
Si ese ímpetu germina en el cuerpo, dice Platón, se acercará a una mujer y tendrá hijos, porque su descendencia “preservará su memoria y le traerá bendición e inmortalidad”, esa clase de inmortalidad que también prometió Dios a Abraham: “te bendeciré y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está á la orilla del mar”. Si el ímpetu germina en el alma, entonces ésta habrá de concebir “lo que es propio que conciba el alma”, un saber que no ceda al paso de los días.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas), Religión | Comentarios desactivados en El deseo de no morir

Eratóstenes de Cirene

El modelo deductivo de ciencia apareció en Grecia cuando ya había escritura y escuelas del saber. Éstas disputaban entre sí de paso que intercambiaban conocimientos, lo que les obligaba a dotar a sus conceptos de una estructuración rigurosa. En esta acepción de ciencia se exige, como es sabido, que el hecho que ha de ser explicado, el explicandum, lo sea mediante una demostración que tenga la forma de una prueba lógica formal, para lo que es preciso que la ciencia consista en un sistema de principios necesarios de los cuales derivar conclusiones igualmente necesarias.
Un caso que se ajusta a este modelo fue la demostración de la longitud del perímetro terrestre por Eratóstenes de Cirene (276-194 a. C.), una demostración transmitida luego por el Medievo hasta el Renacimiento. Entonces la conocieron Toscanelli, los geógrafos portugueses y españoles, Colón, etc.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en Eratóstenes de Cirene

Resurrección del cuerpo

Resucitar es levantarse un cuerpo animal caído y corrompido. Es ser promovido a algo más alto. Con la resurrección de Cristo resucitó en primer lugar para nosotros la esperanza en la inmortalidad. La certeza de la fe es la única que enseña que el hecho de que Cristo viva es una señal clara de que yo seré levantado de la tierra en el último día. Esta esperanza está fijada en los pliegues más íntimos del alma del creyente.
Es un alma que tiene por eso motivos más que sobrados para librarse del miedo a la muerte, debido a que su Salvador murió por ella. Siendo fuente de vida para todas las cosas, murió su vida humana, adquirida por propia voluntad, sin que por ello se secara la fuente de la vida. Su muerte destruyó la nuestra de un modo parecido a como el que sufre castigo por un ser querido libra a éste del castigo.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas), Religión | Comentarios desactivados en Resurrección del cuerpo

El canónigo Pierre Gassendi

Nacido el 22 de enero de 1592, Pierre Gassendi era un hombre de religión –fue canónigo en Digne, en el Departamento de Alpes de Alta Provenza- que, recorriendo la senda de Epicuro, fue a parar a Demócrito. Además de sus deberes religiosos se imponía otros, como asistir a disecciones y hacer observaciones astronómicas. Seguidor de la moral de Epicuro, que se esforzó en rehabilitar, tuvo amigos libertinos, a los que censuró por sus excesos apoyándose precisamente en el hedonismo epicúreo.
No desconfió tanto como Mersenne, a quien le unía una amistad bien cuidada, de las afirmaciones dogmáticas. Mersenne no se decidió entre la idea de una materia sutil que se expande por todo el universo y la del vacío habitado por átomos moviéndose dentro de él. Gassendi, en su lucha con Aristóteles, defendió la moral epicúrea del equilibrio interno y el control de los deseos y, al querer dilucidar lo que es incompatible con el cristianismo y lo que no, se deslizó de manera consciente hacia el atomismo de Demócrito.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en El canónigo Pierre Gassendi

Francis Bacon, Barón de Verulam

Lo propio del filósofo es, dice Platón, averiguar qué cosas van juntas pareciendo que deben estar separadas y qué otras van separadas pareciendo que están juntas.
Si se toma este criterio como medida del buen filósofo habrá que pensar que Sir Francis Bacon, Primer Barón de Verulamio y Bizconde de St Albans, nacido el día 22 de enero de 1561, debió ser uno de los mejores, en razón de las similitudes que supo hallar en cierta investigación sobre la “forma” o “naturaleza” del calor. La pimienta, los rayos del Sol y las plumas del cisne iban juntos en una tabla de presencias. La tabla de ausencias agrupaba en la misma categoría la luciérnaga y los rayos de la Luna. Una última tabla en que constaban los cuerpos cuyo calor varía según grados incluía los cadáveres, el estiércol del caballo y los golpes del martillo sobre el yunque.
Sigue leyendo

Share
Publicado en Filosofías de (genitivas) | Comentarios desactivados en Francis Bacon, Barón de Verulam