Las elecciones andaluzas

¡Ahora las elecciones andaluzas! Unos, los del PP, preconizan “El Cambio Andaluz”, así, con mayúsculas iniciales, obviando la escasa ortografía y el escaso sentido del lema. Un cambio puede ser a peor, pero no, ellos no lo creen así; cambiar es bueno, el cambio es guay del Paraguay. También dicen que va a haber una educación de calidad. No sé cómo. Y que van a salvar las pensiones de los mayores… ¡Si arrasaran la estructura autonómica de España, tal vez!

¿Y los del PSOE? De risa. Dicen que “Por el camino seguro”. ¿Más camino todavía? ¡Pero si ya llevan treinta años o más! El camino derecho y torcido son uno y el mismo camino ¿Es una burla o se lo creen? Debe ser lo segundo. Añaden además que “Para seguir avanzando en Andalucía necesitamos tu voto. El 25 de marzo, vota Pepe Griñán.” Avanzar, siempre avanzar, siempre adelante y siempre hacia arriba, sin que sepamos qué es subir y qué es andar hacia adelante.

Unos y otros hacen que me acuerte de aquello de Milan Kundera. Lo pongo aquí para solaz y ¡reflexión! –hoy que nadie piensa, todos reflexionan- de quienes lean estas fichas:

Desde la época de la Revolución francesa la mitad de Europa se denomina izquierda mientras la otra mitad se llama derecha. Es casi imposible definir la una o la otra a partir de algún tipo de principios teóricos en los que se apoyen. Eso no es nada extraño: los movimientos políticos no se basan en posiciones racionales, sino en intuiciones, imágenes, palabras, arquetipos, que en conjunto forman tal o cual kitsh político. La idea de la Gran Marcha, por la que se deja embriagar Franz, es el kitsch político que une a las personas de izquierdas de todas las épocas y corrientes. La Gran Marcha es ese hermoso camino hacia delante, el camino hacia la fraternidad, la igualdad, la justicia, la felicidad y aún más allá, a través de todos los obstáculos, porque ha de haber obstáculos si la marcha debe ser una Gran Marcha.

¿Dictadura del proletariado o democracia? ¿Rechazo a la sociedad de consumo o incremento de la producción? ¿Guillotina o supresión de la pena de muerte? Eso no tiene la menor importancia. Lo que hace del hombre de izquierdas un hombre de izquierdas no es tal o cual teoría, sino su capacidad de convertir cualquier teoría en parte del kitsch llamado Gran Marcha hacia adelante.

Por supuesto Franz no es una persona para la cual el kitsch sea esencial. La idea de la Gran Marcha juega en su vida aproximadamente el mismo papel que desempeña en la vida de Sabina la canción sentimental sobre las dos ventanas iluminadas. ¿A qué partido político votará Franz? Me temo que no vota a ninguno y que el día de las elecciones prefiere irse de excursión a la montaña. Pero eso no significa que la Gran Marcha haya dejado de emocionarlo. Es hermoso soñar que somos parte de una masa que marcha a través de los siglos y Franz no olvidó nunca ese hermoso sueño.

Eso es, Franz. Sigue soñando que mientras comes, duermes, trabajas, etc., en realidad caminas siempre adelante, siempre hacia arriba.

Enternecedor. Onírico.

(Milan Kundera, La insorportable levedad del ser, Tusquets Editores, páginas 111-112)

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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