Unión de las causas

El fuego es causa eficiente porque produce fuego, formal porque al hacer que algo arda lo que hace es que pase de potencia a acto y final porque el agente actuó con la intención de tener fuego. Las tres causas se unen en una sola.

La última de éstas, el fin, puede ser fin de la operación o de la cosa operada, pues el fuego es por un lado el fin que se propuso el agente, pero dar calor es el fin del fuego. Por otro lado, el fin de la operación puede ser a veces lo mismo que la causa eficiente y la formal cuando lo que se produce es algo de igual especie, como cuando el grado de trigo produce una espiga.

El fin coincide además numéricamente con la forma, porque lo que es numéricamente la forma de lo producido es también el fin de la producción. Sin embargo, no coincide con lo eficiente numéricamente, sino específicamente, porque sucede que el agente y lo hecho son de la misma especie, pero no son numéricamente uno. Si un hombre engendra a un hombre, ambos son diversos entre sí, pero son de la misma especie.

La materia, por último, no es lo mismo que ninguna de las otras causas. La materia tiene razón de imperfección por estar en potencia, en tanto que las otras están en acto y por ello tienen razón de perfección y lo perfecto no puede ser lo mismo que lo imperfecto.

(V. Tomás de Aquino, De principiis naturae, cap. cuarto)

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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