l género apocalíptico siempre está con nosotros. En los comienzos tenía como motivo y pretexto la religión, y así continúa siendo en muchos lugares del planeta. En Occidente sigue manteniendo su vigor, incluso acrecentado, si bien, una vez que una parte importante del cristianismo se ha secularizado, cualquier cosa puede servir para promoverlo, poniendo ante los ojos atónitos de las gentes un sinfín de catástrofes venideras.
Hacía falta una mente calenturienta para poner el foco apocalíptico en la posta de caballo, pero sucedió a finales del siglo XIX. Sigue leyendo