La salvación del Estado

Es muy importante que no exista en un Estado ni una mayoría de pobres ni de ricos. Los segundos es casi imposible que sean mayoría, pero lo que quiere decirse es que no debe permitirse que tengan demasiada preponderancia. Las gentes de medianos recursos tienen sobre unos y otros la gran ventaja de no insurreccionarse nunca, en tanto que los ricos por mantener su posición o hacerla más elevada y los pobres por salir de ella, unos por no bajar y otros por subir, están siempre dispuestos a sublevarse.

La tranquilidad de los Estados, cuando la hay, se debe ante todo a las clases medias, o al menos ellas son ocasión de muy escasos disturbios. Cuando, como es el caso actual por las zozobras financieras, las gentes se dividen en dos facciones, la de los adinerados y la de los abandonados de la fortuna, la inestabilidad puede surgir por alguna de las dos causas mencionadas o por las dos a la vez.

Las democracias son por esto más duraderas que otros regímenes. Los gobernantes no deberían perderlo nunca de vista. Fue algo que acabó reconociendo el general Franco, según consta en la conversación habida entre él y Vernon Walters, enviado por R. Nixon, el presidente de los Estados Unidos de América -ABC de 15/08/2000-:

Franco: -Lo que interesa realmente a su presidente es lo que acontecerá en España después que yo muera, ¿no?

V. Walters: -Mi general, sí.

-Siéntese, se lo voy a decir. Yo he creado ciertas instituciones, nadie piensa que funcionarán. Están equivocados. El Príncipe será Rey, porque no hay alternativa. España irá lejos en el camino que desean ustedes, los franceses y los ingleses: democracia, pornografía, droga y qué sé yo. Habrá grandes locuras, pero ninguna de ellas será fatal para España.

-Pero mi general, ¿cómo puede usted estar seguro?

-Porque yo voy a dejar algo que no encontré al asumir el gobierno de este país hace cuarenta años -V. Walters pensó que iba a hablar del ejército, pero se equivocó- La clase media española. Diga a su presidente que confíe en el buen sentido del pueblo español, no habrá otra guerra civil.

“Se levantó, me dio la mano y ya había terminado la entrevista”, acaba diciendo Walters.

Después de los experimentos socialistas del falangismo y su fracaso, después del Plan de Estabilización de 1959, el viejo dictador había aprendido que las clases medias salvan a los Estados.

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Acerca de Emiliano Fernández Rueda

Doctor en Filosofía por la Universidad complutense de Madrid. Profesor de filosofía en varios centros de Bachillerato y Universidad. Autor de libros de la misma materia y numerosos artículos.
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